La comisión directiva realizo un reconocimiento en la Cena y Baile a Don José María Dumé, quien fuera el presidente fundador del club y hasta sus últimos días de su presencia fisica con destacable esfuerzo y compromiso.
La Sra del Tesorero Roberto Pereyra, Rosa Stanicio leyo un breve párrafo muy emotivo,donde se pidio un minuto de silecio para homenajear al tan querido "Chichi".Estas fueron las palabras:
La comisión del C.A.O.V
ha decidido dedicar un momento a recordar al Señor José María Dume, Don Chichi
Dume; y en nombre de él han redactado unas palabras para recordar su paso por
este club.
Como todos saben hace poco tiempo que
el C.A.O.V y toda la comunidad ha sufrido una gran pérdida.
Hoy todavía sufrimos ese dolor en el
alma por su partida. Una partida que nadie se esperaba. Una sorpresa muy triste
para todos.
Don Chichi Dume, el gordo, dedicó gran parte de su vida a este club y a cambio recolecto una gran cantidad de gente que lo quería; amigos, compañeros, que le brindaban cariño, afectos, compañía en momentos malos y buenos, pero sobre todo, respeto. Porque si hay algo que logró fue hacerse respetar, pero lo hizo con sus sencillez, su bondad, su honradez, su seguridad y aplomo para decir y hacer las cosas. Era un hombre humilde, sabio, inteligente, educado, que supo hacerse querer en un mundo que no siempre es justo.
No solo era el director del club, era amigo, compañero, vecino, esposo, padre y abuelo. Y cumplía cada una de esos roles con mucha dedicación.
Hasta sus últimos días estuvo al tanto del funcionamiento en el club, pocas eran las veces que faltaba a algún partido en la cancha, y si a algún chico no le alcanzaba para comprarse una torta frita o una coca en la cantina, no dudaba en sacar de su bolsillo para dejar al chico con una sonrisa de agradecimiento.
Su partida nos ha dejado un sabor amargo, un vacío difícil de digerir, una angustia que nos hace un nudo en la garganta cada vez que lo nombramos; pero como él de seguro querría seguiremos trabajando por este club que tanto amó, por el que tanto se esforzó, como hicimos tantas veces codo a codo con él, para que desde el lugar donde esté se sienta orgulloso y piense que nos enseñó bien.
Cada uno de nosotros tiene una o varias anécdotas que nunca nos dejarán olvidarlo. Siempre estará en nuestros corazones, porque logró ganarse un lugar privilegiado en la vida de cada uno.
Estaremos eternamente agradecidos con él; y nunca estará ausente, el Club Atlético Oro Verde y toda la comunidad lo recordarán por siempre, porque fue y será un ejemplo a seguir.
Don Chichi Dume, el gordo, dedicó gran parte de su vida a este club y a cambio recolecto una gran cantidad de gente que lo quería; amigos, compañeros, que le brindaban cariño, afectos, compañía en momentos malos y buenos, pero sobre todo, respeto. Porque si hay algo que logró fue hacerse respetar, pero lo hizo con sus sencillez, su bondad, su honradez, su seguridad y aplomo para decir y hacer las cosas. Era un hombre humilde, sabio, inteligente, educado, que supo hacerse querer en un mundo que no siempre es justo.
No solo era el director del club, era amigo, compañero, vecino, esposo, padre y abuelo. Y cumplía cada una de esos roles con mucha dedicación.
Hasta sus últimos días estuvo al tanto del funcionamiento en el club, pocas eran las veces que faltaba a algún partido en la cancha, y si a algún chico no le alcanzaba para comprarse una torta frita o una coca en la cantina, no dudaba en sacar de su bolsillo para dejar al chico con una sonrisa de agradecimiento.
Su partida nos ha dejado un sabor amargo, un vacío difícil de digerir, una angustia que nos hace un nudo en la garganta cada vez que lo nombramos; pero como él de seguro querría seguiremos trabajando por este club que tanto amó, por el que tanto se esforzó, como hicimos tantas veces codo a codo con él, para que desde el lugar donde esté se sienta orgulloso y piense que nos enseñó bien.
Cada uno de nosotros tiene una o varias anécdotas que nunca nos dejarán olvidarlo. Siempre estará en nuestros corazones, porque logró ganarse un lugar privilegiado en la vida de cada uno.
Estaremos eternamente agradecidos con él; y nunca estará ausente, el Club Atlético Oro Verde y toda la comunidad lo recordarán por siempre, porque fue y será un ejemplo a seguir.
fue un gran hombre de bien tuve la suerte de conocerlo por mi padre el negro uzin eran muy amigo seguro que alla en el cielo estaran charlando cosas del pasado pero bueno haci es la vida
ResponderEliminarGracias yaca por tus palabras!
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